miércoles, 12 de mayo de 2010

Contra el círculo de la pobreza

  • En México una de cada 10 personas es analfabeta.
  • Casi el 50% de la población no termina su educación básica.

Por Alejandro Mier Carbonell

Sara tiene doce años y es la más pequeña de una familia de siete, sus padres se separaron porque su papá le pegaba a su mamá y tres de sus hermanos ya tienen hijos propios. Ella es una de las miles de personas en situación de riesgo, pobreza, insalubridad, hacinamiento y violencia con pocas oportunidades de terminar su educación y mejorar sus condiciones de vida. Lo que separa a Sara de muchos otros niños es que es una de las beneficiadas de una escuela para niños de bajos recursos llamada Christel House.

Galardonada por la Secretaría de Educación Pública como “La Escuela del Bicentenario”, se trata de una institución que además de educación primaria y secundaria ofrece a sus alumnos servicios de salud básica, alimentación, actividades artísticas y recreativas, cursos de inglés y computación. Pero su acción, si bien puede cambiar las vidas de unos pocos, está lejos de ser suficiente.

Ubicada en la Colonia Nápoles, Christel House tan sólo puede atender a 367 de los miles de niños de bajo nivel socioeconómico de la Delegación Álvaro Obregón, destacada por ser una de las más pobres y con más bajos niveles de alfabetización de la Ciudad de México.

Dicha demarcación es también ilustrativa del contraste entre el desarrollo y lo paupérrimo que se ha vuelto característico de las grandes ciudades del tercer mundo; lugares como Lomas de Santa Fe y San Ángel colindan con colonias como el pueblo de Santa Fé, El Cuernito o Cristo Rey.

Y es que si bien el Distrito Federal presenta el nivel más bajo de analfabetismo a nivel nacional, es también una de las entidades en las que ha aumentado la pobreza por ingresos. Iniciativas como la de Christel House buscan ofrecer mejores oportunidades educativas para disminuir esta brecha social.

Es por ello que para esta escuela es vital comprender la situación de cada uno de sus alumnos y darles atención personalizada a ellos y a sus familias, tal y como ilustra el caso de Mariana, de once años, que fue violada por un familiar. Una vez que su mamá le comunicó esto al personal de la escuela, se le dio atención psicológica a ella y a sus padres y se le atendió en una institución especializada.

“Aquí el trabajo tiene que ser 100% integral, porque si sólo nos enfocamos en un solo aspecto, no tendríamos los mejores resultados “, comenta Dina Bakjejian, Directora de la institución. “Tratando de ayudar a las familias, procuramos llegar a tanta gente como sea posible”.

Así, mientras que sólo entre el 40 y el 50% de quienes ingresan a primaria continúan su educación hasta el nivel superior, Christel House cuenta con un índice de deserción menor al 3% y ha implementado un programa de ex alumnos para que cursen una carrera técnica o la preparatoria. Además, cuenta con un programa de becas para apoyar a los jóvenes en la universidad, ya sea cubriendo sus gastos de transporte, inscripción o material escolar.

“Christel House me ha formado en muchos aspectos y ahora veo los resultados en la prepa. La independencia que me enseñaron la demuestro allá, yo decido entrar a las clases. Todo esto lo aprendí aquí, donde te ayudan a crecer y te acompañan mientras avanzas”. Dice Tannia Andrea Luna Rojas.

México es hoy el país con el más bajo nivel educativo de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La educación es, de acuerdo con las Naciones Unidas, un activo vital en el desarrollo de capital económico y social para el futuro.

Así, por medio de un modelo educativo que involucra a las familias de los estudiantes y procura darles los servicios básicos indispensables para llevar una vida sana, la institución procura poner el ejemplo para la creación de otras escuelas similares. La premisa base, dice la Licenciada Bakjejian, es que sólo a través de la educación puede acabarse con la marginación social, lograr una mayor igualdad y combatir a la pobreza.

El pasado mes de abril el coro de esta escuela se presentó ante la Primera Dama de los Estados Unidos, Michelle Obama y la institución fue sede de un concierto didáctico ofrecido por la Orquesta de Cámara de Bellas Artes. Antes de que termine el año, Christel House se propone aumentar su recaudación de fondos para poder atender a alrededor de 450 alumnos y seguir “ayudando a niños, niñas y jóvenes alrededor del mundo a romper el círculo de la pobreza y convertirse en miembros autosuficientes y productivos de la sociedad".

Diabetes 2030: México enfermo

  • La comida, el estilo de vida y hasta la sangre de los mexicanos apuntan a un futuro nada dulce para las nuevas generaciones.
  • Sólo en el Distrito Federal, el número de defunciones por diabetes aumentó un 128% de 2000 a 2005, mientras que la población creció menos de un 1%.
    • Entre el 6% y el 10% de la población nacional tiene diabetes.

    Fotografía: "Having Diabetes" por room231isb @ Flickr


    Por Alejandro Mier Carbonell


    México es campeón de peso pesado y no precisamente porque sus boxeadores destaquen en esa categoría. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) lo ha calificado como el segundo país más ‘gordo’ del mundo después de los Estados Unidos. Conforme crece su robusta figura, lo hace también una enorme sombra de padecimientos crónico degenerativos. Pero de entre todos, sólo uno se yergue como su primera causa de muerte: la diabetes, enfermedad incurable.


    Más diabéticos de los esperados


    A pesar de que desde hace años se sabe que existe una propensión genética del latinoamericano a desarrollar esta enfermedad, la cantidad de diabéticos en el país ha crecido mucho más de lo esperado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).


    Así, actualmente viven con ella entre 6 y 10 millones de mexicanos, cifra originalmente calculada para el 2030. Y es que la diabetes está en boca de todos, se encuentra al mayoreo en supermercados, puestos y tienditas.


    Los motivos: grasas, sedentarismo y estrés

    by ebru

    La causa va más allá del sobrepeso y la obesidad. La Doctora Menjivar Iraheta, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), especialista en diabetes y pionera en su estudio a nivel genético, dice que a la tendencia natural del indígena y del mestizo de acumular grasas y azúcares se suman la mala dieta, el sedentarismo y el estrés propios de la vida moderna. Así, lo que antes fue un factor de adaptación y supervivencia, ahora lo es de enfermedad y de muerte.


    “Estamos sufriendo del embate de la comercialización de alimentos que consumimos en cantidades exageradas. No existe una comida chatarra, es la manera en la que la comemos la que es mala para nuestro organismo, para nuestro metabolismo; para una herencia que es muy diferente a la de otras razas. Tenemos que comer diferente porque somos diferentes”, declara la Doctora Menjivar Iraheta. Esto le ha valido a México la novena posición del top 10 de la Federación Internacional de Diabetes y la cereza del pastel es que quienes la presentan son cada vez más jóvenes.


    Diabéticos más jóvenes


    De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2010, del 2003 a la fecha se ha duplicado la cantidad de personas menores de 40 años en esta situación.

    Entre ellas se encuentra Lourdes Orestano, quien vive con este padecimiento desde los trece, se desespera porque no puede comer tantos dulces como quisiera y no ha tocado un refresco desde el día en que fue diagnosticada.


    Dada la aceleración en su esparcimiento, la OMS calcula que en el 2030 haya entre 12 y 15 millones de diabéticos en México. De cumplirse estas predicciones el costo social y económico sería catastrófico.

    Armando Ahued, Secretario de Salud Pública del Distrito Federal, declaró en entrevista con el diario El Economista que de no controlarse, estos serán “problemas tan graves que podrían colapsar los servicios de salud pública del país”.


    “Se trata de una enfermedad cara, complicaciones como refinopatía, nefropatía, neuropatía, cardiopatía y pie diabético implican gastos importantes que resultan incosteables para el Estado”, señala el Doctor Juan Carrillo, especialista de la Asociación Metropolitana de Diabetes. Él llama a la enfermedad una ‘epidemia’ social y asegura que las recomendaciones hechas a los diabéticos son las mismas que debería seguir toda la población: dieta y ejercicio.


    Precisamente por eso es que Lourdes decidió cambiar su alimentación y hacer más ejercicio. ”Tuve que dejar las papas y los gansitos a la hora del recreo”, dice. A sus 24 años, no ha presentado complicaciones.


    Del nivel al que logre controlarse el problema de las diabetes en los próximos veinte años dependerá la carga que esta represente para la sociedad y el gobierno y si en el 2030 México habrá o no de ser un país enfermo.



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¿Hambre? ¡No te comas un Snickers!

  • Un estudio de las tablas nutrimentales de distintos chocolates revela que tienden a ser más de 50% de azúcar, una de las principales causantes de la diabetes y el sobrepeso en México.

Él es un hombre obeso, hay que reconocerlo, lo es al igual que otros 33,363,536 millones de mexicanos (30% de la población), después de todo, México es el segundo país más “gordo” del mundo después de los Estados Unidos. Ella es diabética y corre el riesgo de convertirse en una estadística, la diabetes es la principal causa de muerte en el país. Ambos tienen algo en común, aman el chocolate y creen que no pueden comerlo.

Lo que ellos no saben es que a pesar de ser comúnmente relacionado con el sobrepeso, el colesterol, la hipertensión y otras muchas cosas, no es en realidad el chocolate el que provoca estos males, sino que simplemente se ha hecho de malas compañías.

Si uno se toma el tiempo de estudiar con detenimiento las etiquetas de algunos de los chocolates más comunes en los supermercados, podrá observar dos cosas: Ninguno indica sus porcentajes de pasta y manteca de cacao y aquellos que incluyen sus niveles de azúcar tienden a exceder el 50% del total.

Y es que son el azúcar y las grasas de la manteca de cacao hidrogenizada y no la pasta de cacao, su principal ingrediente, las que provocan que los consumidores suban de peso y elevan sus niveles de colesterol. Resulta que tanto ella como él pueden comer chocolate, siempre y cuando tengan poco o nada de azúcar y contengan más pasta que manteca.

Esto significa que no pueden comerse un 3 Musketeers, un Milky Way o un Snickers (66.3, 60.9 y 51% azúcar respectivamente), pero si disfrutar de chocolates que tengan, valga la redundancia, más chocolate.

Por ejemplo José Ramón Castillo, conductor del programa Xocolatl en el gourmet.com y dueño de las chocolaterías Que Bo!, usa dextrosa en lugar de azúcar y utiliza un 85% de pasta de cacao en sus productos, por lo que sin ser para diabéticos o personas con altos niveles de colesterol puede comerlos cualquiera.

La razón de que otros productos tengan tanta azúcar es, de acuerdo con él, que resulta más barato utilizar menos pasta de cacao y más glucosas, saborizantes artificiales y estabilizantes al masificar su producción puesto que simplifican el proceso de cristalización. Además, el uso de manteca hidrogenizada en grandes cantidades altera sus propiedades naturales y su sustitución modifica por completo la estructura y sabor del chocolate. “Yo llegué a encontrar productos con grasa de cerdo”, dice al tiempo que explica que en cantidades moderadas la manteca de cacao tiene valor nutrimental y baja los niveles de colesterol.

A su vez, Rocío Espinosa Velázquez, Maestra en Nutrición Humana, indica como los enlaces dobles de las moléculas de las grasas saturadas de la manteca y el azúcar son las responsables de que muchos chocolates engorden y sean difíciles de digerir. Sólo la migraña es atribuible a la pasta de cacao, ya que contiene teobromina, un químico catalizador de éste malestar.

De esta forma, mientras que al comprar una barra de 100 gr. de chocolate amargo él estará adquiriendo un producto libre de saborizantes artificiales y rico en cacao, bastará con que se coma una bolsa de M&M’s para que ingiera un 57% de azúcar de un total de 47.9 gr.

Ella, por su parte, podrá consumir chocolates libres de azúcar y aprovechar el hecho de que la pasta de cacao contiene proteínas, vitamina B, calcio y antioxidantes, además de los tres tipos de energía (lípidos, glucosas y carbohidratos). Lo anterior, aclara la Mtra. Espinosa, sin olvidar que no tiene facultades medicinales comprobadas.

Siendo así las cosas, resulta que ellos si pueden comer chocolate y lo que no pueden consumir es lo que algunos venden como chocolate. Tal vez entre los lectores haya algún otro en una situación similar, decidiendo si a fin de cuentas le entra o no al Snickers.

La abuelita se quedó sin chocolate

Combinación de azúcar, aceite vegetal y licor de cacao, el Chocolate Abuelita no tiene chocolate, es decir, pasta de cacao. Cuando se intentó cuestionar a Nestlé sobre este asunto a través de su sistema de atención electrónica personalizada, la empresa en cuestión no hizo más que enviar una respuesta automática agradeciendo a un servidor el haber solicitado una cita. Parece ser que la señora de la caja no vende en realidad chocolate.

Ni uno más…bueno otro

Hay quienes aseguran ser adictos al chocolate, pero la Mtra. Espinosa explica que esta adicción es un mito. Si bien el azúcar puede crear un cierto nivel de dependencia, este es regulado con facilidad y el cacao en si no tiene un efecto físico duradero en el organismo. Así, un chocohólico padece más de una adicción psicológica derivada del sabor del chocolate y de un exceso de glucosa en la sangre que de una necesidad física por los opiáceos del cacao que generan la liberación de endorfinas.